Quizás sientas el presagio de la incomprensión  cuando tu voluntad decide dar un paso más. Quizás  nos enseñaron  a tener miedo para dotar de comodidad a la triste mezcla de grises  a la que se llama costumbre.
 Cuando dudes observa en silencio.
 Mírate  al espejo del día  y pregúntate a ti mismo si es así  como quieres ser.
 No te mientas, aprende  a respetarte  y se consecuente con tus anhelos. Te aseguro que hay vida tras las fronteras de la osadía. Y también  sé  que está repleto de lamentos el  purgatorio de los que dejaron plantados sus ideales. 
 Si un temblor de tierra has sentido  en tu pecho afirmando la justa senda de tu camino, que nadie se atreva a ponerle palos a la rueda de ese destino que espera.
 
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