Las olas de la montaña
mecen los pinos del mar,
pesco piñas con escamas,
los cerros huelen a sal…
...Tu ausencia es la brisa ardiente,
el llanto incontenible
de una tormenta de paz.
¡A patadas rebeldes rompería
tu muro triste encalado,
para abrazarte, mi hermano,
y devolverte a la mar!
El ramillete de poemas que ha nacido tras la muerte de tu hermano son conmovedores. La desgracia te ha dado un plus de expresividad maravilloso.
ResponderEliminarGracias, Manuel, buen amigo... Un abrazo muy fuerte.
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